Lema 2025-2026
Comenzamos un nuevo curso que se nos presenta como una nueva oportunidad para ser parte de algo grande, algo que pueda cambiar el rumbo de una humanidad que anda algo perdida.
Este curso también tenemos un nuevo lema: “Somos instrumentos de Su P A Z”.
Utilizar un lema nos ayuda a centrar la reflexión sobre un aspecto determinado de nuestra identidad. Nos ayuda a ir mostrando al mundo aquello que late en nuestro corazón, a través de la Palabra, la adoración, la reflexión, la música, la entrega y el compromiso…
Todos somos diferentes. Cada uno con nuestras inquietudes, miedos, ilusiones, sueños. Cada cual con su historia personal. Pero, en el fondo, con un solo corazón y movidos por un mismo espíritu. Un espíritu que nos hace estar “hechos de entrega”. Y esto lo cambia todo. Cambia nuestra manera de pensar, nuestro modo de ver el mundo, de escuchar al prójimo, de hacer las cosas…
Reflexión cartel lema 25-26: Somos instrumentos de Su P A Z
Si nos paramos un poco en los detalles del cartel de nuestro lema, lo primero que vemos es a un grupo de niños frente a un muro. Estos niños, aunque son pequeños, saben que tienen una gran responsabilidad y quieren comprometerse en liberar al mundo de los muros que lo limitan. Por eso están tratando de unir sus fuerzas para empujar ese muro y ver bien lo que hay detrás de él.
La manera que tienen de empujar el muro para derribarlo no es a través de la agresividad, sino a través de todos los dones que cada uno tiene, y que están representados en esas notas musicales que desprenden. Cada don, cada virtud, son de un color, de una forma, pero todos enfocados a una misma misión.
Detrás del muro les espera el mundo que, por culpa del egoísmo y la violencia, está muy alejado de lo que Dios un día soñó y creó para cada uno de nosotros. Nuestro mundo, representado por un árbol seco y casi sin vida, muestra una parte que vive el horror de la guerra, de la destrucción, del dolor, de la desesperanza…, pero también hay otra parte llena de color, de tranquilidad, y que representa la vida, la esperanza, la alegría… la PAZ.
Y esa es nuestra gran misión este curso, reconstruir la paz que hemos perdido por falta de entendimiento, de diálogo, por no vivir desde la fraternidad.
El camino para alcanzar este propósito está representado en forma de pentagrama, y sobre él aparece escrito nuestro lema.
El mundo necesita que aceptemos el reto de ser instrumentos de paz, sintiendo que Jesús camina con nosotros, y que además no es una paz cualquiera la que vamos a ofrecer, es “Su PAZ” que es capaz de hacer nuevas todas las cosas.
Así nos lo dice el Evangelio de Juan:
“La paz os dejo, mi paz os doy; pero no os la doy como la da el mundo.
No tema vuestro corazón ni se acobarde” (Jn 14, 27).
El Papa León XIV nos dijo en la Basílica de San Pedro tras su elección:
“Ayúdennos también ustedes, y ayúdense unos a otros a construir puentes, con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo siempre en paz”.
El objetivo de desarrollo sostenible no 16, nos habla de “promover sociedades pacíficas, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles” (ODS 16).
Aquí es donde tenemos que estar nosotros como institución, como individuos y como comunidad de cristianos.
Te proponemos vivir este curso en plenitud, para descubrir qué se esconde detrás de ese muro, en qué debemos comprometernos, y “cambiar el ruido de la guerra por la melodía de la paz” en nuestros colegios, en nuestras familias, en cada uno de nosotros, en la sociedad y en el mundo.
¿Cómo?
Siendo instrumentos de la Paz que Jesús nos da.