Todos los que estamos en contacto con niños sabemos que es normal que en algún momento alguno de ellos tenga una explosión emocional derivada de la frustración, el enfado, la rabia o la impotencia. Esto es a lo que llamamos rabietas. Según el grupo de edad, hay que gestionarlas de manera diferente por lo que es necesario saber qué tenemos que hacer en cada caso.
Rabietas en niños de 1 año a 2 años
A partir de los 12 meses, los niños empiezan a ser paulatinamente un poco más autónomos. Por eso, comienzan a experimentar con su entorno y son los padres los que tienen que ir poniendo límites. En muchos casos, las rabietas extremas en niños se producen porque quieren hacer algo que no les permitimos, porque no se sienten bien, porque quieren llamar nuestra atención o por no poder expresar sus emociones.
Para poder solucionar las rabietas en niños de 1 año, lo ideal es que nos anticipemos en aquellas ocasiones en las que sí podemos hacerlo, como, por ejemplo, cuando están cansados o muy excitados. En cambio, cuando esas explosiones emocionales se producen repentinamente, es mejor distraerles a través de un juego y mostrarles qué conductas no son correctas.
Rabietas en niños de 3 años a 5 años
Las rabietas extremas en niños de esta edad pueden ser frecuentes por lo que es muy importante saber cómo gestionarlas adecuadamente. A esta edad todavía están aprendiendo a expresar sus emociones y a veces son tan intensas que no controlan sus reacciones.
Para afrontar las rabietas en niños de 3 años en adelante, primero hay que mantener la calma. Una vez se ha calmado, es hora de hablar sobre cómo se siente y el motivo de su enfado. También es muy útil ofrecer alternativas cómo contar hasta diez o estar un rato solo para tranquilizarse.
Por otra parte, como padres es necesario ser coherentes y firmes en nuestras acciones porque sino se confunde al niño. Este debe saber cuál es la jerarquía en casa y qué comportamientos están bien y cuáles no.
Rabietas en niños de 6 a 12 años
Aunque a partir de los 6 años los niños comienzan a leer y escribir, así como empiezan a entender la relación de causa y efecto, lidiar con las emociones suele ser todavía complicado. Es por ello que todavía podemos encontrar berrinches a esta edad.
Las razones pueden ser diversas, desde intentar llamar la atención cómo evitar realizar una actividad que les genera estrés o les resulta muy complicada para ellos. En cualquier caso, las rabietas extremas en niños de esta edad son menos frecuentes.
A la hora de afrontar rabietas en niños de 6 a 12 años, igual que cuando era más pequeño, hay que mantener la calma. Una vez se ha calmado, es de vital importancia revisar los comportamientos que son correctos y los no aceptables. Asimismo, leer cuentos sobre este tema puede ser muy útil, además de reforzar los buenos comportamientos que tengan.
En general, lo más importante es anticiparnos a aquellas rabietas que sabemos que pueden producirse por necesidades básicas o por patrones que ellos repiten. Si en algún momento nos encontramos ante rabietas extremas en niños, debemos mantener la calma y establecer qué conductas no son adecuadas y cuáles sí.
¿Cómo se aplica en nuestro centro?
Desde el Colegio Madre de Dios recomendamos el uso de distintos libros especializados en este ámbito con el fin de ayudar a las familias a saber gestionar las rabietas en cada ciclo del crecimiento de sus hijos.
- ¿No hay nadie enfadado? de Toon Tellegen
- Cuando Sofía se enoja, se enoja de veras de Molly Bang.
- La cola del dragón de Mireia Canals.
- Emma enfadosauria de Brain Moses.
- ¡No! de Tarecy Corderoy